Hace muy poco tiempo conocíamos las diez ventajas que las empresas podían encontrar en las redes sociales. ¿Pensabas que iba a ser todo comer piruletas de colores sobre una nube en la calle del arco iris, alma de cántaro?

Tener presencia en las redes sociales puede ser una bendición o una maldición. ¿Has oído la expresión “que hablen de mí, aunque sea mal, pero que hablen”? Pues no es una expresión del todo correcta. Si tienes un negocio, bueno será que hablen de ti, pero ¡que hablen bien! Al igual que una publicidad positiva puede catapultar tus ventas, los comentarios negativos pueden hundirte, e incluso en el peor de los casos, provocar el cierre de tu negocio.

Por eso, antes de lanzarte al ruedo de las redes sociales, debes tener en cuenta que sus ventajas también pueden ir acompañadas de algunos inconvenientes. Aquí tienes algunos.

1. Exigen mucho tiempo

¿Has entrado alguna vez al perfil de Facebook de una empresa y has encontrado que su última actualización data de hace tres años? ¿No te ha dado sensación de abandono? No permitas que tus sitios parezcan la planta rodadora de una película del Oeste. El mantenimiento de una red social -y más aún si no es sólo una sino varias- exige dedicación. Si quieres que el perfil de tu empresa esté vivo, que haya participación de los usuarios y dar la sensación de que no está desierto, tendrás que actualizarlo con frecuencia, dotarlo de contenido, contestar los mensajes de tus usuarios… Todo ello supone tiempo y esfuerzo, por lo que tendrás que valorar si te vale la pena, teniendo en cuenta que tener un perfil para después no cuidarlo puede ser contraproducente.

2. Exigen personal cualificado

Además de requerir tiempo y esfuerzo, quien se encargue de gestionar tus redes sociales deberá ser una persona cualificada para ello (tu primo Paco que acaba de terminar un cursillo de macramé puede no ser la persona indicada). Hasta tal punto es necesario ser competente en este campo, que en los últimos años ha surgido una nueva profesión (community manager) que se dedica principalmente a ello.

Tenlo en cuenta, si quieres que tus perfiles en redes sociales no parezcan gestionados por aficionados, es posible que te tengas que rascar el bolsillo.

3. Pueden exigir una inversión económica

Además de invertir en la persona que gestione tus redes sociales, debes tener en cuenta que algunas no son completamente gratuitas, o que parte de los servicios que ofrecen -con frecuencia los más interesantes para tu negocio- pueden ser de pago.

¿Es que piensas que los creadores de redes sociales son tontos o que no les gusta ganar dinero? En los últimos tiempos, algunas de las más populares han restringido la visibilidad de las publicaciones de forma que sólo llegan a una parte reducida de los seguidores. Si quieres llegar a más gente, tendrás que rascarte el bolsillo en forma de pago por publicidad.

4. Hacer un contenido aburrido y que sólo hable de las bondades de tu empresa

¿Entrarías con frecuencia al perfil de una empresa si sólo se dedicara a contar una y otra vez que son los más guapos, los más listos y que sus productos son los mejores? A nadie le gustan los narcisistas (excepto a ellos mismos). Haz que seguirte tenga valor para sus clientes; lanza ofertas, publica contenidos interesantes (artículos, por ejemplo), responde dudas, etc.

5. Publicidad negativa

Al igual que las redes sociales pueden ofrecerte dosis muy interesantes de buena publicidad para tu negocio, ten en cuenta que también pueden divulgar los pecados de tu empresa. Para evitarlo, puedes hacer dos cosas: 1) Dar siempre el mejor servicio posible (lo que hará que tus clientes no tengan motivos para hablar mal de tu negocio) y 2) Gestionar bien las quejas de tus clientes, dando una resolución o una respuesta satisfactoria que las convierta en alabanzas.

6. Tus problemas serán más visibles

Si aceptas todo tipo de comentarios en tus perfiles de redes sociales, o si incluso los utilizas para dar respuesta a dudas y quejas, éstas estarán mucho más expuestas a los ojos de todo el mundo. Tenlo en cuenta, y si decides que sea así, da lo mejor de ti mismo para que tanto tus usuarios como tus potenciales clientes vean que sabes resolver los problemas.

7. Te exponen a los trolls

Aunque des la mejor respuesta posible a tus usuarios, a veces te encontrarás con gente que no sea tu cliente, sino que simplemente tengan intención de pasar un buen rato a tu costa. Son los famosos “trolls” de internet. En algunos ámbitos se dice que “quien tiene un troll, tiene un tesoro” , pero eso es mucho más improbable en el ámbito empresarial, así que tendrás que aprender a lidiar con ellos.

8. Podrías tener problemas de extorsión

Pero a pesar de lo molestos que puedan ser, los trolls no serán lo peor que te pueda pasar en las redes sociales. Aunque por el momento no sea muy frecuente, es algo que ha ocurrido en el pasado y sigue sucediendo en el presente; algunos negocios se han visto extorsionados por clientes -e incluso por no clientes- que les pedían todo tipo de beneficios (descuentos, regalos e incluso ciertas cantidades de dinero) a cambio de no propagar comentarios negativos en las redes sociales. ¡Ojalá nunca tengas que pasar por este trago!

9. Podrías tener problemas de privacidad o seguridad

En algunos casos, las redes sociales pueden ser una puerta abierta a que se difundan datos de tu empresa o de tus clientes que deberías tener bien guardados. Mucho cuidado con esto, puede causarte serios problemas.

10. La competencia podría estudiarte

Al igual que en nuestro artículo sobre ventajas de las redes sociales para las empresas te contábamos que eran un buen vehículo para conocer a la competencia, debes imaginar que la competencia también tiene ojos y podría utilizarlas para lo mismo. Hazlo mejor que ellos…

Estas son algunas de las desventajas que las redes sociales pueden suponer para las empresas. Algunas estará en tus manos impedirlas, pero ten en cuenta que no puedes controlar todo lo que sucede en internet, por lo que otras serán inevitables, e incluso podrías tener que enfrentarte a ellas aunque ni siquiera tengas un perfil o sitio en dichas redes. Sea como sea, ¡mucha suerte!

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