Como bien sabrás, apreciado lector, la fealdad o la belleza no es una cuestión objetiva, sino que está en los ojos del que mira.

En la atención al cliente, suele suceder lo mismo. La predisposición del usuario a la hora de tratar contigo es un factor importante y también variable en el que influyen múltiples factores. Conseguir mejorar actitud de los clientes es un primer paso para que vean sus problemas y tu empresa de una manera más amable, lo que te ayudará a resolver las situaciones con éxito. ¿Quieres conocer algunas formas de lograr que te miren con ojitos de amor y simpatía? Toma nota de estos tips.

1- Sé alegre.

No se trata de que, ante los problemas que te planteen tus clientes, contestes dando palmas y bailando bulerías, pero sí que le respondas con optimismo. Recuerda que las emociones son contagiosas, y siempre será mejor transmitir alegría que tristeza, enfado o apatía.

2- Sé sensible y amable.

Es muy fácil conectar rápidamente con una persona amable, pero cuando el cliente que nos contacta tiene un mal día, puede no resultar tan sencillo tratar con él. La empatía es una cualidad maravillosa, así que haz uso de ella. Puede que tu cliente tenga un problema importante o esté pasando por un momento difícil, así que intenta entenderle. Si eres amable con él y sensible a sus necesidades, se dará cuenta de que tiene ante sí a una persona que se interesa por sus problemas y su actitud mejorará rápidamente.

3- Sé sincero.

La sinceridad debe regirlo todo en tu trato con los clientes. No prometas lo que no puedes prometer, o te costará caro; perderás clientes y te meterás en líos. Además, recuerda el dicho castellano: “Antes se coge a un mentiroso que a un cojo”. Si tu cliente se entera de que le has mentido –cosa más que probable-, ve preparándote…

4- Sé optimista.

Además de ser alegre, debes ser optimista, que no es lo mismo. Con optimismo nos referimos más bien a la actitud que debes tener ante los problemas de tus usuarios. Casi todos los problemas tienen solución, y eso es algo que debes transmitir a tus clientes porque reducirá su preocupación. Eso sí, recuerda ser sincero, que el optimismo no te lleve a prometer soluciones que no puedes cumplir.

5- Escucha y pregunta a tu cliente.

¿Cómo vas a resolver los problemas de nadie si no tienes ni idea de lo que necesitan? Tener los oídos bien abiertos es el primer paso para solucionar las preocupaciones de tus clientes y les hará sentir que realmente te interesa ayudarles. Además, ten en cuenta que los problemas que surjan, sus comentarios, o incluso sus quejas, te proporcionarán información que puede resultar muy valiosa para mejorar el funcionamiento de tu empresa.

6- Mantén una buena postura.

Si la atención al cliente que prestas es presencial, no hay nada que dé peor impresión que una persona tirada sobre la silla como un saco de patatas. Mantén una postura correcta; tus clientes y tu espalda lo agradecerán. Eso sí, también recuerda que un mobiliario adecuado, funcional y cómodo, es imprescindible para poder trabajar en condiciones y para que tu espalda o la de tu gente no acabe hecha un cuadro.

7- Viste adecuadamente.

¿Qué te parecería entrar en un establecimiento y ser atendido por una persona en pantalón corto y una camiseta interior con chorretones? No se trata de vestir trajes de Armani –o sí, si te lo puedes permitir-, pero lo primero que ven las personas es la apariencia, y vestir correctamente es imprescindible si no quieres que salgan corriendo nada más verte.

8- Sé flexible, busca soluciones.

Para encontrar soluciones, con frecuencia deberás saber adaptarte a la situación. Si quieres poner al cliente de tu lado, debes demostrarle desde el primer momento que eres una persona flexible. Eso le demostrará que no te cierras en banda y le hará ser más dialogante.

9- Transmite con tu cara lo que quieres expresar.

La cara es el espejo del alma. Lo sabes, ¿verdad? Si empleas palabras optimistas pero tu mirada está caída y tu semblante serio, darás la sensación de estar dando una respuesta preprogramada. Además, la gestualidad retroalimenta al ánimo. Si te acostumbras a tener un gesto alegre y amable estarás más cerca de conseguir desarrollar emociones positivas en ti mismo. Sólo por eso, ya debería valerte la pena intentarlo…

10- Utiliza un lenguaje que el cliente pueda entender.

Si un usuario te contacta y le empiezas a hablar de blistiforcios aumentados en fase RAM, probablemente empezará a buscar otra persona que pueda atenderle. No todos los clientes son expertos. Debes saber distinguir entre los que sí lo son y los que no, y utilizar con todos un lenguaje que puedan comprender. Para conseguirlo, ya sabes, habla con él y conócele. Si lo haces, enseguida podrás adaptar tu lenguaje a su nivel de pericia y comenzaréis a entenderos.

11- Controla el tono de tu voz.

El tono de la voz dice mucho y contagia emociones. Una misma frase puede cambiar completamente su significado en función de la inflexión que se emplee. Si se trata de atención telefónica, su importancia se redobla. ¿Quieres sonar como un contestador automático? No lo olvides, el mensaje no sólo está en las palabras que pronuncias…

12- Sé consciente de la importancia de tu trabajo.

Si no tienes presente la importancia de la atención al cliente, difícilmente te la tomarás en serio y podrás dar una buena sensación a tus usuarios. Como bien sabes –o deberías saber- la atención al cliente es uno de los factores más importantes en las empresas. No obstante, que hayas llegado hasta el último tip de este artículo ya indica que le das el valor que se merece y te interesa ofrecer una buena atención a tus usuarios. ¡Sigue por ese camino!

Para finalizar, recuerda que, aunque no sonríe ni viste de Armani porque no es una persona sino un software, Pandora ITSM puede ayudarte a mejorar la atención al cliente de tu negocio. ¿Cómo? Entra aquí y descubre todo lo que Pandora ITSM puede ofrecerte…

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