¿Conocéis aquella expresión que habla sobre ver “las dos caras de la misma moneda”? ¿No? ¿En serio? ¿De qué cueva os habéis escapado?

Mientras dejamos a nuestros lectores más despistados leyendo el Diccionario de Frases Hechas, el resto debéis saber que, aunque el trabajo grupal es una práctica muy deseable, no carece de inconvenientes. Por eso, y para que no os pille el toro, hoy vamos a ver algunas ventajas y desventajas del trabajo en equipo en las empresas.

Ventajas del trabajo en equipo

Siempre es más agradable comenzar por las buenas noticias. Aunque tenga los inconvenientes que veremos más adelante, el trabajo en equipo posee múltiples virtudes que hacen que sea una costumbre a adoptar en casi cualquier empresa. Veamos algunas.

Aumenta la productividad

Se mire por donde se mire, bien aplicado, el trabajo en equipo es una bomba para elevar el rendimiento del grupo a cotas nunca vistas. El trabajo en equipo permite distribuir tareas de forma que cada persona se encargue de aquellas para las que está más capacitada. Además, será más fácil evitar la duplicación de labores, lo que ahorrará tiempo de trabajo. Y dejamos para el final lo más importante: al compartir tareas y espacios, las ideas fluyen y la creatividad se dispara, lo que aumenta el rendimiento más allá de las capacidades individuales de cada persona.

Es más agradable

Aunque existan personas que prefieren trabajar solas, al ser humano le suele gustar compartir sus experiencias con los demás, y eso se nota. El trabajo en grupo puede proporcionar energía extra en momentos bajos. Además, a nivel emocional, sentirse acompañado resulta más satisfactorio que trabajar aislado. Todo ello podría repercutir en factores importantes, como el absentismo o la rotación laboral.

Aumenta la motivación

Sentirse parte de un equipo es un acicate para la motivación. Compartir los éxitos supone disponer de combustible extra para el día a día; hacer lo propio con los fracasos ayuda a llevarlos mejor y a buscar soluciones conjuntas para superarlos y evitar que se repitan. Saber que tienes un apoyo cercano y que se trabaja por un fin común hará que el equipo llegue más lejos de lo que lo haría una persona sola.

Permite aprender muchas cosas

Las personas que forman un grupo de trabajo tendrán diversas procedencias, formas de ser, formación y todo tipo de experiencias profesionales y vitales diferentes entre sí, lo que supondrá una oportunidad continua para seguir aprendiendo cosas. El trabajo en equipo puede enriquecer a las personas tanto a nivel profesional como a nivel vital, y eso es algo que no tiene precio.

Facilita la organización

Planificar y organizar en base a grupos resulta más sencillo que hacerlo en base a individuos. Tanto la comunicación como la asignación de recursos serán más fáciles de realizar si nos dirigimos a unos pocos equipos que si lo hacemos a una gran cantidad de individuos. Todo ello debería mejorar, además, la coordinación de todas las personas/equipos que forman parte de la empresa.

Desventajas del trabajo en equipo

Y ahora vamos con lo que no es tan bonito. Aunque el trabajo en equipo bien llevado puede ofrecer grandes satisfacciones, no siempre será fácil conseguir que las cosas marchen como deben. Dentro del grupo pueden surgir conflictos y se pueden generar pérdidas de tiempo y energía que terminen provocando que lo mejor sea que cada uno se vuelva por donde ha venido. Veamos algunos posibles problemas.

El grupo puede dividirse en subgrupos

Es un clásico. Unas veces, en cuanto surja un problema, el grupo se dividirá. En otras ocasiones, será la división previa la que generará los conflictos. Normalmente los subgrupos se formarán en base a afinidades personales y harán que algunas personas terminen defendiendo ideas o posturas en base a dichas simpatías y no en base a criterios profesionales. Si no se pone remedio, esto puede provocar no sólo un descenso en el rendimiento, sino incluso la ruptura del grupo en su conjunto. Para evitarlo, conviene fomentar la interacción entre todos los miembros del grupo y tener claro que dividido será más débil.

Alguna persona puede intentar imponer su criterio

Aunque es conveniente que el trabajo en equipo sea guiado por un líder, esto no debe confundirse con imponer un criterio por encima del de los demás. Sea el jefe, sea otra persona la que tome la iniciativa, todas las opiniones deben ser respetadas y tenidas en cuenta. De lo contrario, perderemos la oportunidad de aprovechar algunas buenas ideas, y estaremos sembrando semillas para la discordia…

Puede perderse demasiado tiempo

Para que el grupo se sienta motivado, es conveniente que todos sus integrantes –o al menos la mayor parte- estén de acuerdo con las decisiones tomadas, y a veces eso no será fácil y conllevará invertir una gran cantidad de tiempo en alcanzar una postura común. En otras ocasiones, el encontrarse en grupo puede generar distracciones si las conversaciones derivan hacia temas personales o que no tengan que ver con el trabajo que se tiene que llevar a cabo. Hay que tener cuidado con este tipo de situaciones o de lo contrario los resultados del trabajo se resentirán.

Puede disminuir el rendimiento

En especial cuando los grupos son demasiado grandes, puede darse el fenómeno de que algunas de las personas que lo integren trabajen menos de lo que lo harían individualmente, esperando que el trabajo del resto del grupo compense su desgana. Para evitar este tipo de situaciones, se hará imprescindible implicar a todos los miembros del grupo y controlar que todos estén poniendo su granito de arena para que el trabajo salga adelante con eficacia.

Algunas personas pueden causar problemas

El trabajo en equipo no está hecho para todo el mundo. Para algunas personas, hacerlo puede suponer una tortura; no se sentirán cómodas y causarán continuos problemas. No las obligues a hacerlo. Busca otras soluciones, como permitir que sean más autónomas en su trabajo.

Como podréis ver, aunque el trabajo en equipo sea, en principio, una buena costumbre, hay que llevarlo a la práctica de tal manera que no termine causando más perjuicios que beneficios. Para finalizar, y mientras le dais vueltas a la cabeza para pensar cómo hacer que vuestro equipo vaya como la seda, os dejamos con una frase para la reflexión:

“Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado” – Proverbio africano.

Shares